La formación matemática que permite a los
individuos enfrentar con éxito los problemas de la vida cotidiana depende, en
gran medida, de los conocimientos adquiridos y de las habilidades y actitudes
desarrolladas durante la Educación Básica. La experiencia que vivan los alumnos
al estudiar matemáticas en la escuela puede traer como consecuencias, el gusto
o el rechazo hacia la disciplina, la creatividad para buscar soluciones o la
pasividad para escucharlas y tratar de reproducirlas, la búsqueda de argumentos
para validar los resultados o la supeditación de éstos al criterio del docente.
Este espacio se diseñó con la finalidad principal
de acompañar al maestro de grupo en su trabajo diario, para que mediante un
trabajo conjunto que debe incluir a los padres de familia y alumnos en general,
logremos un cambio cultural que nos permita mejorar la práctica de enseñar
matemáticas y, por ende, la competencia matemática de los jóvenes.